La ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura, es diferente al miedo, ya que el miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente; por lo que podemos ver la diferencia, en la ansiedad la respuesta que se genera es hacía el futuro (Un futuro examen, un posible cambio de colegio, hacia el futuro de vida de la persona, etc.), en cambio el miedo es por algo inmediato o que ocurre en el momento (Un susto, ver una araña, a las alturas, etc.) 

¿Qué síntomas tiene la ansiedad? 

Podemos comenzar a identificar conductas de ansiedad cuando por situaciones que no han ocurrido comenzamos a preocuparnos de forma excesiva, tenemos pensamientos de forma pesimista y presentamos dificultades en la atención, concentración y memoria para realizar nuestras actividades. A nivel físico, experimentamos sudoración excesiva, inquietud motora, temblores, tensión muscular, algún tipo de dolor. Por último a nivel emocional, estamos muy irritables o irascibles, podemos tener problemas en las relaciones familiares, de pareja o sociales y constantes discusiones.

¿Qué podemos hacer como padres? 

1. Apoyo constante: 

Como pudimos ver en la sintomatología pueden ocurrir muchas cosas en nuestra mente, podemos tener o sentir cosas que no sabemos explicar, por lo que ser un apoyo para el niño es fundamental, podremos ayudar a tranquilizarlo y a explicarle que es lo que pasa y porque siente eso. 

2. Establecer rutinas: 

A las personas con ansiedad les puede molestar o influir mucho no tener cosas certeras sobre su día, semana, año, por lo que podemos ayudarlos estableciendo un horario especifico en casa, donde podamos definir horas para estudiar, para alimentarnos, para dormir, para realizar actividades recreativas, etc. Eso lo reconfortara ya que no tendrá que estar pensando en que es lo que pasara. 

3. Buena alimentación y sueño: 

Relacionada con el punto anterior, debemos como padres darle una correcta alimentación a nuestros hijos, además, de que pueda dormir lo que es necesario para que pueda descansar y comenzar con un nuevo día. 

4. Practicar la respiración y relajación: 

Un gran método y estrategia es la respiración y la relajación para que los niños puedan tranquilizarse en sus momentos de ansiedad, el entrenamiento para poder hacerlo se realiza con un profesional de la salud, pero son los padres, los que llevan el ejercicio de la consulta a la realidad. 

Esperamos que la información suministrada acá sea de gran ayuda para ti. Recuerda que si necesitas ayuda o alguien que conoces la necesita en la Fundación Crear y Volar brindamos atención psicológica especializada, por lo que podremos ayudarte.