En el contexto colombiano es muy bien conocido y aplicados los métodos punitivos para la crianza de los niños, ya que estos se vienen enseñando generación tras generación de nuevos padres e hijos, cuando se utiliza este tipo de métodos de crianza no se logra realmente establecer una educación o aprendizaje, al contrario, se logra instaurar miedo y autoridad y como ya se a hablado en artículos anteriores estas no son unas muy buenas opciones para educar, por lo que aquí te explicaremos sobre estos métodos. 

En términos básicos, los métodos punitivos es utilizar el castigo físico como forma de aprendizaje, se utiliza esta forma de educación con la creencia que utilizando este modo los niños aprenderán a controlar sus impulsos si se les somete a castigos, sean físicos o de privación, lo que resume en sufrimiento no aprendizaje. 

Muchos padres dicen que este método es efectivo ya que los niños en el momento de utilizarlo calman el "Comportamiento impulsivo", pero realmente lo que ocurre es que por el miedo que se desarrolla en los niños dejan de realizar el acto en el momento, para evitar el castigo o para obtener una recompensa, por lo que puede parecer una solución a corto plazo, pero como decíamos anteriormente no es un aprendizaje real, por lo que se puede esperar que a largo plazo vuelva a ocurrir la misma situación. 

Para comenzar, debemos tener claro dos puntos, primero, las normas en la familia son esenciales y necesarias para evitar confrontaciones y deben de ponerse por los padres o las personas de autoridad en el hogar que sean responsables del niño o niña. Segundo, los niños por naturaleza y en su desarrollo normal tienden a ser egocéntricos, por lo que sienten que todo gira entorno a ellos, sus necesidades van por encima de las de los demás, así como sus deseos y prioridades, por lo que esto también se debe tener en cuenta al momento del establecimiento de reglas en el hogar. 

Los niños tienen diversas formas de aprendizaje, la primera que desarrollan es la imitación, aprenden por la observación, por ver lo que los adultos hacen y así mismo empieza a replicar sus actos y formas de comportarse, desde los buenos comportamientos hasta los malos, por lo que si se le muestra una conducta agresiva, ellos lo imitarán y seguirán. 

Asimismo, es necesario guiar y redirigir estos comportamientos, cuando hacemos esta labor ponemos un límite en su actuar y también indicamos lo que esperamos de ellos, por lo que es claro para ellos que su conducta estuvo mal. Además, se debe aceptar y reconocer las emociones que esta sintiendo que por lo general es el porque esta actuando de esa manera. 

Por ejemplo, cuando el niño o niña tienen una rabieta y comienzan a golpear las paredes o las puertas, se le debe decir que se entiende que este enojado y es normal enojarnos por situaciones (Aquí entendemos y normalizamos los sentimientos que puede tener el niño) pero no por eso debemos golpear las cosas (Decimos la mala conducta), si te sientes así en un futuro, te voy a pedir el favor de que descargues tu ira en una almohada, grita y golpeala para liberarte de esa emoción (Se dice que esperamos en un futuro). 

En el ejemplo anterior podemos ver como se puede llevar una situación frustrante e incomoda por un camino de solución y tranquilidad para ambas partes, no son necesarios los golpes y tampoco los malos tratos hacía los niños. 

Esperamos que este articulo sea útil para ti, te esperamos en los anteriores que tenemos y en los que vienen. 

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